¿Qué es la adicción sexual?
¿Es real la adicción sexual?
El sexo es una parte natural, sana y agradable de la vida. Puede ser una experiencia hermosa, feliz y de unión. Así que ¿Cómo puede ser una adicción? Las personas que dicen ser adictos sexuales ¿No están solamente dando excusas por su falta de dominio propio o autocontrol? ¿No será que solo lo disfrutan demasiado?
Nos enfrentamos a estas preguntas todo el tiempo. Vienen de todo un mundo de malentendidos acerca de qué es la adicción. Seguro, es cierto que no cada persona que tiene un amorío es adicta. Algunas personas sólo tienen grandes impulsos sexuales, o simplemente, resulta que disfrutan ciertas cosas. Eso está bien, no estamos tratando de etiquetar a todos como adictos, o de crear excusas para gente irresponsable o infiel. Pero la adicción sexual realmente existe. Y es diferente de una libido generalmente elevada, de dos maneras principales:
1. Una vez que hemos comenzado, no podemos detenernos
Para los alcohólicos, no existe tal cosa como sólo un trago rápido. Para los adictos al juego, no existe tal cosa como 10 minutos en el casino. Para los adictos sexuales, no existe tal cosa como "5 minutos de pornografía", "sólo una hora en el club de desnudistas" o "sólo una pareja esta semana". Hay toda una variedad de comportamientos sexuales que pueden ser adictivos - pero todos ellos comparten un hilo en común: sea lo que sea a lo que seamos adictos, encontramos imposible detenernos una vez que hemos comenzado. Nos quedaríamos hasta la madrugada en el Internet - vaciaríamos cuentas bancarias en prostitutas y bailarinas - sufriríamos enfermedades de transmisión sexual por involucrarnos en sexo pago - tendríamos amorío tras amorío - nos masturbaríamos hasta quedar doloridos - y nos levantaríamos al día siguiente para hacerlo nuevamente. Una vez que hemos comenzado, perdemos el control sobre qué cantidad, por cuánto tiempo, con quién, cuándo o dónde.
2. No podemos mantenernos alejados, sin importar las consecuencias
¡Todo lo anterior sería meramente académico si tan sólo pudiésemos no comenzar en primer lugar! ¡Si tan sólo el alcohólico pudiese recordar el desastre de la última vez que bebió! ¡Si tan sólo el adicto al juego pudiese recordar con suficiente fuerza el horror del prestamista y del agente judicial! Si tan sólo el adicto al sexo pudiese recordar la prueba de enfermedades de transmisión sexual y su vergonzoso resultado - los dolorosos descubrimientos y las relaciones rotas - los trabajos perdidos, el sueño perdido - los salarios. Muchos de nosotros hemos enfrentado tales consecuencias una y otra vez. Pero no nos han detenido a volver por más. Parece desconcertante para otros - pero ni todas las cosas terribles y humillantes en el mundo parecen curar la obsesión. De hecho ¡Cuanto peor se vuelven nuestras vidas, más difícil parece detenerse y mantenerse así!
La mayoría de la gente disfruta el sexo normalmente. Asumen que lo disfrutamos también - sólo que demasiado. Para nosotros, eso no siempre es el caso. A menudo nuestros comportamientos adictivos nos dejan heridos, lastimados, desmoralizados, en la quiebra, desesperados e, incluso, suicidas. Aun así, no importa cuán a menudo experimentemos estas consecuencias negativas - no importa cuánto nos odiemos a nosotros mismos y a lo que estemos haciendo - siempre seguimos volviendo. A pesar de los fracasos repetidos y humillantes, siempre hay un intento más de controlarnos a nosotros mismos y disfrutar el sexo como la mayoría de los demás lo hacen, y un fracaso más. Eso es la adicción.